En los dos últimos decenios, el mundo en conjunto se ha hecho más rico, pero, mientras que algunas economías nacionales han avanzado enormemente, otras han quedado muy rezagadas. El aumento de la riqueza total no ha propiciado la abolición –ni la reducción siquiera— de la pobreza.
En los dos últimos decenios, el mundo en conjunto se ha hecho más rico, pero, mientras que algunas economías nacionales han avanzado enormemente, otras han quedado muy rezagadas. El aumento de la riqueza total no ha propiciado la abolición –ni la reducción siquiera— de la pobreza.