La sospecha de que los políticos son propensos a contar mentiras es tan antigua como la propia política. Aun así, cuando se descubre que un político ha mentido, las consecuencias son a menudo fatales, al menos en los países democráticos. De hecho, descubrir las mentiras de los políticos es prácticamente la única forma para librarse de ellos rápida y definitivamente, razón por la cual el intento de demostrar que un dirigente miente resulta tan atractivo para los participantes en una polémica política.
La sospecha de que los políticos son propensos a contar mentiras es tan antigua como la propia política. Aun así, cuando se descubre que un político ha mentido, las consecuencias son a menudo fatales, al menos en los países democráticos. De hecho, descubrir las mentiras de los políticos es prácticamente la única forma para librarse de ellos rápida y definitivamente, razón por la cual el intento de demostrar que un dirigente miente resulta tan atractivo para los participantes en una polémica política.