BRUSELAS – Una crisis financiera estalla cuando un gran volumen de activos en el sistema financiero de repente parece riesgoso y los inversores quieren desprenderse de sus tenencias. Estos activos se vuelven "tóxicos" -no son simplemente riesgosos, conllevan un riesgo que no se puede cuantificar-. Los activos tóxicos no se comercializan según un cálculo normal de riesgo-ganancia. Dado que su riesgo no se puede calcular, sus propietarios sólo quieren venderlos -a veces a cualquier precio.
BRUSELAS – Una crisis financiera estalla cuando un gran volumen de activos en el sistema financiero de repente parece riesgoso y los inversores quieren desprenderse de sus tenencias. Estos activos se vuelven "tóxicos" -no son simplemente riesgosos, conllevan un riesgo que no se puede cuantificar-. Los activos tóxicos no se comercializan según un cálculo normal de riesgo-ganancia. Dado que su riesgo no se puede calcular, sus propietarios sólo quieren venderlos -a veces a cualquier precio.