BOSTON – Hace más de cuatro decenios, el Presidente de los Estados Unidos Richard Nixon, inspirado por unos primeros resultados alentadores que mostraron que la quimioterapia podía curar enfermedades, como la leucemia linfoblástica aguda y el linfoma de Hodgkin, declaró la “guerra al cáncer”. Desde entonces, se han logrado avances constantes mediante la quimioterapia, la cirugía y la radiación para tratar y curar a un número cada vez mayor de pacientes de cáncer, pero el acceso a esos avances que salvan vidas sigue siendo esquivo para los países de renta media y baja, donde reside actualmente la mayoría de los pacientes de cáncer.
BOSTON – Hace más de cuatro decenios, el Presidente de los Estados Unidos Richard Nixon, inspirado por unos primeros resultados alentadores que mostraron que la quimioterapia podía curar enfermedades, como la leucemia linfoblástica aguda y el linfoma de Hodgkin, declaró la “guerra al cáncer”. Desde entonces, se han logrado avances constantes mediante la quimioterapia, la cirugía y la radiación para tratar y curar a un número cada vez mayor de pacientes de cáncer, pero el acceso a esos avances que salvan vidas sigue siendo esquivo para los países de renta media y baja, donde reside actualmente la mayoría de los pacientes de cáncer.