ABU DHABI – Desde que los cazadores-recolectores comenzaron a construirse moradas, hace unos 14.000 años, ser dueño de una casa ha sido una muestra de alto nivel socioeconómico. En Estados Unidos existe una burocracia financiera gigantesca cuyo objetivo es promover la tenencia de la casa propia; y los vaivenes del mercado inmobiliario son seguidos con atención por economistas, banqueros, políticos y, por supuesto, por los propietarios mismos. Pero como hemos visto recientemente, si no se calcula bien el riesgo de los préstamos hipotecarios, el sueño de la casa propia puede convertirse fácilmente en una pesadilla económica.
ABU DHABI – Desde que los cazadores-recolectores comenzaron a construirse moradas, hace unos 14.000 años, ser dueño de una casa ha sido una muestra de alto nivel socioeconómico. En Estados Unidos existe una burocracia financiera gigantesca cuyo objetivo es promover la tenencia de la casa propia; y los vaivenes del mercado inmobiliario son seguidos con atención por economistas, banqueros, políticos y, por supuesto, por los propietarios mismos. Pero como hemos visto recientemente, si no se calcula bien el riesgo de los préstamos hipotecarios, el sueño de la casa propia puede convertirse fácilmente en una pesadilla económica.